Hola amigos:
Quise compartir este devocional que mi esposo impartió en nuestra congregación el domingo 27 de mayo, para nuestros hermano(a)s y visitantes de habla hispana. Espero les sea de bendición.
La gloria de Dios –
Hay muchas cosas importantes en esta vida, pero hay una que es la
primordial, que es nuestra Causa suprema –– Y esa
es la gloria de Dios.
El Creador hizo su creación para desplegar su propia gloria por medio
de su obra maestra. Esa es la razón por la cual tu y yo hemos sido creados, para
glorificar a Dios. Un automóvil, mientras mejor corra, más valioso será porque
estará cumpliendo su mejor función para lo que fue construido. Nosotros somos
iguales. Solo cuando el glorificar a Dios sea nuestro primer enfoque; entonces
estaremos cumpliendo nuestro propósito, y le veremos el verdadero significado y
valor a quiénes somos y a todo cuanto nos sucede.
Pero el darle la mayor importancia a la gloria de Dios no
viene a nosotros natural. Lo que nos interesa es conseguir nuestra felicidad a
toda costa. Obedecer a nuestros deseos es nuestra prioridad. Y no me
malinterpreten, nuestra pasión por buscar la felicidad no esta en conflicto con
la pasión de Dios por Su gloria. El problema es que buscamos la felicidad en
los lugares equivocados, porque somos idólatras por naturaleza. Siempre
comenzamos poniendo algo o alguien más en lugar de Dios.
Nos revelamos a la autoridad del Padre porque creemos que podemos arreglárnosla sola. A la medida que vamos creciendo en vía de hacernos adultos, le vamos dando la gloria – esa primera importancia – a algo o alguien antes que a Dios. Creemos que nuestra felicidad esta en el educarnos bien, o en la persona con quien nos vamos a casar, o en la casa que podemos comprar, o en el éxito que podemos adquirir.
Y cada uno de ellos tarde o temprano nos desilusiona, porque ninguno llena los requisitos que nuestro vacío demanda. La realidad es que cuando Dios es más glorificado, es cuando nosotros
buscamos nuestra felicidad en él. Y cuando mas felices somos, es cuando le
damos gloria a él.
Es cosa de causa y efecto. ¿No crees tu entonces, que mientras más felices queramos
ser, el confiar en Dios y responder en obediencia debería ser el primer objetivo de nuestra vida? Del resto… del cómo, cuándo y porqué de lo que sucede, se encargará
El.
Glaciar -
Aunque el lograr eso tiene sus retos. Estamos viviendo en los últimos
tiempos; es decir, despues de la ascención del Señor, y dice la Biblia que los tiempos son malos.
Cuando Jesús estaba enseñando a sus discípulos sobre las señales antes del fin, dijo esto, entre otras cosas: “por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12-14)
Cuando Jesús estaba enseñando a sus discípulos sobre las señales antes del fin, dijo esto, entre otras cosas: “por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12-14)
Nuestros deseos carnales, la maldad del mundo que nos rodea, y Satanás,
siempre estarán compitiendo por el lugar de Dios. Y lo que ocurre es que
nuestro amor se enfría, y nuestro corazón se endurece como el hielo. Dejamos de
ser sensibles y nos desviamos del propósito de Dios para nuestra vida.
Buenas
Nuevas –
Pero como siempre, seguido de la mala
noticia de nuestra condición humana, Dios nos trae las buenas nuevas de
Salvación. Y en los dos
siguiente versículos 13 y 14, Jesús añadió: “Mas el que
persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del
reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá
el fin.”
Dios, en su Palabra, nos dice que en medio de la apatía, la incredulidad y la frialdad que caracterizan
nuestros tiempos, nosotros su iglesia, tenemos el privilegio de vivir con paz y
esperanza, y de proclamar a los siete vientos de que Jesús es el responsable de tan grande gozo. Y la razón es el evangelio, por lo que él ya hizo por nosotros en la cruz.
§ Jesús, siendo Dios, nació como uno de nosotros. Por consiguiente, podemos
atestiguar en medio de nuestras pruebas, que él comprende nuestros temores, tentaciones,
nuestro dolor, nuestros más profundos anhelos y nuestros sueños.
§ Que por Su vida santa y perfecta, Dios esta satisfecho con la
nuestra, que es profana e imperfecta. Eso quiere decir que aún con nuestras deficiencias, podemos amarlo y amar
a nuestro prójimo libremente… sin temor a ser condenados cuando fallamos.
§ Podemos testificar que porque él murió, nosotros hemos podido morir
a nuestra antigua forma de vivir. Su muerte pagó completamente mi deuda con
Dios por causa de mis pecados, lo que me permite morir y dejar atrás mi vida
pasada y tener un nuevo comienzo con el. Urra!!! Todo creyente es perdonado, aceptado y
adoptado por el Creador del Universo. ¿Qué mas podemos pedir?
§ Y porque él vive, pues ha resucitado…
nosotros vivimos, resucitaremos y seremos glorificados con él.
§ El Hijo de Dios esta ahora sentado a la derecha del Padre intercediendo
por ti y por mi. Tu Salvador está orando por cada uno de nosotros sus hijos. ¡Nuestro Dios es un Dios Vivo! Gracias a eso podemos
acercarnos al trono de su gracia con toda confianza porque entramos en Su nombre. ¡Tenemos un intercesor
velando por nuestros intereses!. Podemos tener una relación abierta 24/7 con
nuestro Padre celestial. Por nuestra fe en su Hijo, el Padre nos recibe con
oídos atentos y brazos abiertos para alimentar nuestras almas, transformar nuestras
mentes y encender nuestros corazones. ¡Eso es lo que yo llamo BUENA NOTICIA!
Fuego
–
El Espíritu de Dios nos invita entonces, a llevar vidas
fructíferas con su poder y su amor. Nosotros, aunque vivimos en “la
ciudad del sol”, donde las altas temperaturas en ocasiones llegan a ser
sofocantes; el calor del sol y la playa no tienen poder para derretir la frialdad
tan grande que prevalece en los corazones de su gente. Dios nos llama, a
nosotros, su iglesia... sus hijos, a que seamos antorchas de fuego en medio del glaciar en que estamos viviendo. Que los que viven en tinieblas puedan ver que nuestro
camino con Cristo, aunque más estrecho y con los mismos retos, es más cálido... más intimo. Pero además es seguro y nos lleva al cielo.
Y...¿Cómo es que podemos hacer eso una realidad?
Pues amando a los difíciles de amar, y perdonando
lo que el mundo llama imperdonable. Siendo pacientes con quienes nos sacan de
quicio; bondadosos cuando no hace sentido; gozándonos sin envidia cuando el
otro tiene éxito y nosotros no… y haciendo la paz donde no parece terminar el
conflicto.
¿Qué es difícil?, Dios nunca nos
prometió que iba a ser fácil, pero todo lo podemos “en Cristo” que nos
fortalece.
Si realmente entendemos el evangelio de la gracia, rendimos nuestra voluntad y confiamos –– Dios se lo ha ganado –– el amor de Cristo en nosotros es lo
suficientemente cálido como para derretir los corazones de hielo alrededor nuestro,
y podremos ser usados por el Creador del universo, mientras el lleva a cabo Su
plan perfecto.
Oración:
Padre amado,
Gracias por tu presencia en nuestras
vidas. Te exaltamos por tu bondad, grandeza y poder. El darle honor a tu nombre
y vivir para tu gloria es prioridad en nuestras vidas para muchos de nosotros, aunque confesamos que nuestro pecado en ocasiones nubla nuestro enfoque.
Te pedimos que en tu gracia Señor, obres
en los corazones de aquellos que aun no te conocen. Nos duele la incredulidad y
la indiferencia hacia ti que prevalece, sobretodo en aquellos a quienes amamos.
No permitas que nuestro amor por ti y por tu pueblo se enfríe, y haz de
nosotros verdaderos adoradores en espíritu y en verdad. Ayúdanos a que nuestro
servicio a ti sea una llama ardiente en medio de la frialdad palpable que reina
en esta generación.
Te amamos y bendecimos tu Santo Nombre. Es en Cristo Jesús que oramos siempre. Amen.
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