sábado, 17 de noviembre de 2012

"Por sus llagas somos sanadas"




Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros sanados.Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. (Isaías 53:3-6Énfasis mio

El viernes pasado celebramos la culminación de nuestro grupo bíblico de otoño. Esta vez estuvimos examinando el libro de Efesios, a través del estudio titulado "Por sus llagas somos sanadas", traducción del libro en ingles "By His Wounds You Are Healed" de la escritora cristiana Wendy Horger Alsup.

Nuestro precioso Redentor se la lució al regalarnos una noche espectacular, en la que un suave viento otoñal acarició nuestros rostros; y el firmamento lleno de estrellas nos iluminó, mientras nos deleitábamos con deliciosos platillos, bellas alabanzas, participando de la Santa Cena, y compartiendo el gozo de nuestros corazones.

El grupo estaba formado por once hermosas damitas, quienes durante por casi tres meses — ¡como pasa el tiempo! — estuvimos explorando la carta del apóstol Pablo a los hermanos de Éfeso. Todos los martes nos reuníamos en mi casa. Y cada semana, en medio de los retos y ocupaciones, el entusiasmo y el regocijo era mas que evidente; tanto es así, que la expresión "estoy loca porque llegue el martes" en los textos, correos y llamadas, se hizo algo común. Era obvio, y además contagioso, el deseo de contarnos como nuestras historias se iban entrelazando con la historia de Dios. Y es que el verdadero discipulado cristiano ocurre cuando las vidas se interceptan con el propósito de caminar por un determinado tiempo, mientras aprenden juntas a confiar, imitar, y seguir al Maestro. Nosotras nos amamos, nos escuchamos, nos alentamos, y crecimos en gracia y en fe. ¡Eso es lo que hacen los discípulos de Cristo!

Pero mas allá de lo que estudiábamos, comíamos, llorábamos y reíamos, este tiempo fue fructífero y de gran significado porque desde el principio fue un grupo "seguro" — completamente centrado en el evangelio.

 ¿Y que es lo que hace que un grupo de creyentes sea emocional y espiritualmente seguro? Bueno, de entrada lo que implica es que cada persona tiene un entendimiento claro de las buenas noticias de Dios. Con esto, no estoy diciendo que las participantes del grupo teníamos mucho conocimiento de Biblia. Lo que quiero decir es que reconocimos que nuestro gran problema es nuestro PROPIO pecado y que admitimos nuestra gran necesidad del Salvador, quien estuvo dispuesto a ir a la cruz y tomar el trago mas amargo en la historia de la humanidad para redimir, reparar, y sanar aquello que nosotras no podemos tocar ni siquiera en la superficie. Es por eso que al acurrucarnos en la verdad del evangelio, pudimos aceptarnos tal cual, y ser honestas sobre lo bueno y lo malo de nuestras vidas. Pudimos experimentar seguridad al sentirnos escuchadas y comprendidas, porque entendemos que si estamos donde estamos, es por la gracia de Dios. Amigas que han comprendido el evangelio no tienen la necesidad de aplastar a las otras para sentirse que son mejores. Son conscientes que están sentadas en la silla que lleva el rótulo: "PERDONADA... POR GRACIA".

He querido compartir con los lectores de este blog parte de los testimonios expresados durante el tiempo del estudio, y en la noche de clausura.  Estos son algunos de los comentarios que testifican de la obra de Dios en los corazones de sus hijas:

Humildad para abrazar la verdad — "Efesios me ha dado una nueva luz, y humildemente he abrazado las nuevas verdades que Dios ha comunicado a mi corazón. Mi relación con el Señor se ha renovado, y deseo seguir creciendo en mi fe y en la verdad del evangelio. Le doy gracias a Dios por haberme traído a este grupo."  
Motivada por el amor y la gracia de Dios a hablar de Jesús — "El tener la seguridad que todas mis faltas ya han sido pagadas por Jesús en la cruz, me ha quitado un gran peso de encima. El pasado queda atrás para que sea Dios quien lo redima. Y estoy tan agradecida del amor infinito del Señor hacia mi, que he decidido vivir para él y para agradarle en todo... esa es mi meta diaria.  Ahora que comprendo que "la gracia" es favor no merecido, siento un profundo deseo de que TODOS los que me rodean conozcan al Jesús que me salvó sin yo merecerlo, simplemente por Su gracia." 
Fortalecida en medio de un avivamiento personal —"He tenido un nuevo reencuentro con mi Señor.  Se que hubiese respondido muy diferente a las inevitables pruebas y tropiezos que me han visitado durante este tiempo, de no haber tenido la estrecha intimidad que tengo ahora con mi Salvador.  Se que mi Dios es bueno siempre, y además me ama con un amor perfecto. Eso, aun en momentos de tristeza, me da la paz que sobrepasa todo entendimiento. ¡La llama de mi fe se ha encendido de nuevo!" 
Motivada a la obediencia y a la honra por la obra de Dios en el pasado eterno — "Cuando leí y comprendí que Dios, desde antes de la fundación del mundo ya me había elegido para ser Su hija a pesar de no merecerlo, todo lo referente a mi conversión hizo sentido — Entiendo ahora el porqué de mi llanto inexplicable al escuchar el evangelio, el sentirme tan mal conmigo misma, y ese deseo espontáneo de continuar yendo a la iglesia. Dios me había dado una nueva fe para confiar en él, y un nuevo Espíritu, quien me dio convicción de pecado y que ahora vive en mi. Yo estaba muerta, era un cadaver espiritual, y El eligió revivirme — ¡Wao, eso ha impactado tanto mi vida! Siento una gran responsabilidad de responder a ese amor y a esa acción por parte de Dios. ¡Estoy tan agradecida! y al mismo tiempo, un temor reverente como que se ha apoderado de mi ser. ¡He sido elegida por el Creador para pertenecer a su familia. Aleluya!" 
Motivada por su reconciliación con Dios a perdonar y a ser pacificadora —"En general, todo lo que he aprendido me ha dado una paz que no había experimentado antes, y ha traido humildad a mi corazón. El entender esas verdades fundamentales, ha logrado que yo vea mi vida con una perspectiva diferente. El evangelio y el saberme tan amada y aceptada por Dios, me ha ayudado a responder diferente a las dificultades de la vida. En tan poco tiempo, Dios ha usado mis respuestas pasivas para traer salvación entre los míos, ha empezado a sanar heridas, y ha traído reconciliación a relaciones valiosas y significativas.  ¡Que lindo es el Señor, no solo me ha reconciliado con El, sino que me ha ayudado a reconciliarme con otros!" 
Motivada por la fidelidad de Dios a obedecer y confiar gozosamente —"Lo cierto es que Dios es bueno, misericordioso y nos ama con un amor infinito, aunque sus caminos y sus pensamientos son mas altos que nuestros caminos y nuestros pensamientos.  El es soberano y todo lo sabe, por eso hace como quiere. Cristo desea sanarnos y liberarnos de las cadenas que nos atan, lo que pasa es que muchas veces nosotros nos empeñamos en guardar cosas en los closets mas oscuros y profundos de nuestros corazones. PERO DIOS, en su gracia, en la primera oportunidad que le damos, hace todo lo posible para ayudarnos a sacarlas y exponerlas a la luz, porque solo así El puede redimirlas y transformarlas en obras de la luz y en algo bello. El problema es que al comienzo duele, y le tememos al dolor.  Sin embargo, mi fe está firme especialmente al tener un mejor entendimiento y la confianza de que en la cruz, por sus llagas seré sanada". 
Fe y regocijo por el amor, perdón y aceptación de Dios —"Aunque soy una bebé espiritual, he comprendido que soy una nueva criatura, aceptada y perdonada por Dios, el Creador del universo. El pasado debe quedar atrás, y tengo la esperanza de que Dios se va a encargar de mi vida, de mi hogar y del mundo que me rodea. Ahora solo deseo agradarle y vivir una vida diferente, aunque tengo que confesar que no es fácil. Pero Dios me ama y me ayudará. ¡Que felicidad y que alivio!" 
Agradecida por la gracia y la provisión de Dios —"Si hay alguien que puede testificar de la bondad, el amor, y la gracia de Dios soy yo. Según el panorama que veían médicos humanos, yo no debería estar viva. Pero el Médico divino intervino porque sus planes eran otros.  El no solo salvó mi físico sino que usó esa fuerte tribulación para que yo respondiera positivamente a Su llamado y redimir mi alma, que es lo que a El le importa. Mi trayectoria ha sido difícil, pero precisamente por eso entiendo ¡qué tan grandioso y bueno es el Dios en quien yo he creído!" 
Motivada a responder en fe a las buenas noticias de salvación — "Cuando leo las lecciones, no es mucho lo que puedo comprender porque no estoy familiarizada con la Biblia, pero le he entregado mi corazón a Jesucristo para que de ahora en adelante El me guíe. Estoy segura que El me ayudará a entender. Yo creo que Jesús murió en la cruz por mis pecados y deseo conocer mas de El. He visto el gran cambio de mi hija, y sé que El lo va a hacer conmigo también... poquito a poquito" 
Motivada a esperar confiada en Dios —"Yo había estado orando a Dios para que aumentara mi fe. Entonces, me hablaron de este estudio y opté por asistir. Aquí he conocido lindas y amorosas hermanas, y el escuchar la clara exposición sobre la gracia de Dios me da libertad para esperar confiadamente en El. ¡Y eso es fe!.  He entendido que Cristo obra independientemente de mi, a su forma y en su tiempo, tanto en mi corazón como en el de aquellos a quienes yo tanto amo."  
El ver la transformación que puede lograr la verdad del evangelio, en mi misma y en los demás, definitivamente hace crecer mi fe y estimula el amor a Dios y a mi prójimo. Una vez más, el Espíritu ha hablado a mi corazón en forma fresca y profunda por medio de La Palabra y de los testimonios de tan preciosas hermanas. El impacto que ha hecho esta vez el estudio y el grupo, puede ser resumido así:
Creciendo en fe y siendo transformada a la imagen de Cristo — "Mis heridas nunca justifican mis malas acciones o actitudes. El reaccionar a ellas nunca lograrán curarlas. Solo cuando voy a la cruz y veo que ese era el lugar que me correspondía a mi, y que además el dolor de la separación con el Padre, cada golpe, y cada laceración que el Hijo recibió lo hizo para pagar por cada una de mis mentiras, indiferencia, idolatría, egoismo, arrogancia, etc...Es entonces cuando puedo esperar en Dios con humildad y disfrutar de verdadera paz. Es entonces cuando no tendré que manipular buscando la aprobación de los demás. Es entonces que tendré la libertad y el sentido de responsabilidad de perdonar. Es entonces que mi respuesta será... amar. Porque por Sus llagas somos sanadas."  Andreína 






















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